Depreciación por Índice de Criticidad - Fuente IBAPE COBREAP 2009
Definición de Índice de Criticidad
El Índice de Criticidad es una medida que clasifica los
activos (ya sean equipos, maquinarias, sistemas o componentes) de una
organización en función de su importancia en las
operaciones y el impacto potencial que tendría un fallo en ellos. Su
principal utilidad radica en la priorización de las tareas de mantenimiento,
permitiendo concentrar los esfuerzos y recursos en aquellos activos que, de
fallar, podrían generar los mayores riesgos o impactos negativos en la
productividad, la seguridad o el medio ambiente. Esta clasificación se basa en
la evaluación de factores como la frecuencia de fallas, la dificultad para
detectar una falla y la magnitud del impacto de la falla en las operaciones. 1.1.
Evaluación de Criticidad y su Aplicación en la
Depreciación
Para cuantificar la criticidad de un activo, se emplean
diversas metodologías, a menudo basadas en sistemas de puntuación o matrices de
riesgo.
1.1.1.
Metodologías de Cuantificación de Criticidad
Un enfoque común es la matriz de riesgo, que multiplica la
probabilidad de falla de un activo por el impacto potencial de dicha falla. Una
de las metodologías más extendidas para este fin es el Número de Prioridad de
Riesgo (RPN, por sus siglas en inglés), derivado del Análisis de Modos y
Efectos de Falla (FMEA) o del Análisis de Modos, Efectos y Criticidad de Falla
(FMECA).
1.1.2.
Fórmula del del Número de Prioridad de Riesgo
(RPN):
La fórmula del RPN
es:
Dónde:
S (Severidad): Representa
la gravedad del impacto de la falla. Se evalúa en una escala numérica (ej., del
1 al 10), donde un valor más alto indica un impacto más severo en la
producción, seguridad, medio ambiente, etc.
O (Ocurrencia): Indica la
probabilidad de ocurrencia de la falla. También se puntúa en una escala
numérica, reflejando la frecuencia esperada de la falla basada en datos
históricos o normas de la industria.
D (Detección): Mide la
facilidad de detección de la falla antes de que ocurra o cause un impacto
significativo. Un valor más alto indica que la falla es más difícil de
detectar.
Un RPN más alto indica un activo de mayor criticidad, lo que
sugiere la necesidad de priorizar los esfuerzos de mantenimiento y monitoreo.
1.1.3.
Variables Clave en la Determinación de la
Criticidad para la Valuación
La determinación de la criticidad de un activo implica la
evaluación de un conjunto de factores cualitativos y cuantitativos. Estas variables
pueden variar según la industria y los objetivos de la organización, pero
generalmente incluyen:
Impacto en la Producción:
¿Cuánto afectaría una falla a la capacidad de producción o al cumplimiento de
los plazos?
Impacto en la Seguridad:
¿Podría la falla del activo poner en riesgo la seguridad del personal o las
instalaciones?
Impacto Ambiental:
¿Generaría la falla consecuencias negativas para el medio ambiente (ej.,
derrames, emisiones)?
Costo de Mantenimiento y
Reparación: ¿Cuál es el costo asociado a las reparaciones y al tiempo de
inactividad?
Frecuencia de Fallas: El
historial de fallas del equipo.
Tiempo de Inactividad: El
tiempo promedio que el activo permanece fuera de servicio debido a fallas.
Disponibilidad de Repuestos: La
facilidad y el tiempo para obtener piezas de repuesto.
Obsolescencia: El grado
en que la tecnología del activo está desactualizada.
La evaluación de estas variables permite una comprensión
clara de qué activos son vitales y cuáles tienen un impacto menor. La
criticidad de un activo tiene implicaciones que van más allá del mantenimiento,
a incluir la gestión de riesgos y la consecución de los objetivos generales del
negocio. Al integrar la criticidad en la valoración de activos, se logra una
visión más completa de su valor económico, ya que el potencial de interrupción
de un activo impacta directamente su perfil de depreciación.
Modelos que integran el mantenimiento, la condición y los
factores operacionales en la depreciación son temas recurrentes en congresos
internacionales de Mantenimiento y Gestión de Activos, como el Congreso
Internacional de Mantenimiento y Gestión de Activos (CIMGA), organizado por
ACIEM, y los Congresos de Mantenimiento y Confiabilidad de Latinoamérica (CMC
Latam).Estos eventos sirven como plataformas para la presentación y discusión
de metodologías avanzadas en la gestión de activos, incluyendo la valoración y
la depreciación basada en criterios más allá de los tradicionales.
La identificación de la criticidad actúa como un impulsor
para una gestión proactiva de los activos. Al determinar qué activos son
fundamentales para las operaciones, las empresas pueden enfocar sus recursos de
mantenimiento de manera más efectiva, lo que se traduce en una mayor
confiabilidad y disponibilidad del equipo. Si la criticidad influye
directamente en las estrategias de mantenimiento, y el mantenimiento, a su vez,
afecta la condición y la vida útil de un activo, entonces la criticidad
incide de manera significativa en su depreciación.
1.1.4.
Depreciación de M&E por Multicriterio e Índice de
Criticidad
La gestión de activos en el entorno industrial contemporáneo
trasciende la mera administración contable para convertirse en un pilar
estratégico fundamental. Tradicionalmente, la depreciación de activos ha sido
concebida como un mecanismo contable para distribuir el costo de un bien
tangible a lo largo de su vida útil, reflejando su desgaste, uso y
obsolescencia a efectos financieros y fiscales. Modelos como la línea recta, la
suma de los dígitos de los años o las unidades de producción han dominado este
campo, ofreciendo simplicidad y previsibilidad en la asignación de gastos. Sin
embargo, la complejidad operativa de la maquinaria industrial moderna y la
dinámica de los entornos productivos revelan las limitaciones de estos enfoques
puramente temporales o basados en el volumen de producción.
Existe una tendencia subyacente en la valoración de activos
que se aleja de una perspectiva exclusivamente financiera para abrazar una
evaluación operativa más integral. Aunque los modelos contables de depreciación
son esenciales para la planificación fiscal y la elaboración de informes
financieros, no siempre capturan la realidad del valor de un activo en función
de su estado de conservación, el mantenimiento recibido, el régimen de trabajo
o la obsolescencia tecnológica. Esta evolución sugiere que un modelo de
depreciación que integra la criticidad del activo no es solo una propuesta
académica, sino una necesidad práctica para las organizaciones que buscan tomar
decisiones informadas sobre el mantenimiento, la sustitución y la asignación de
recursos, alineando así la información financiera con la realidad operativa.
El análisis de criticidad de activos (ACA)
permite priorizar los esfuerzos de mantenimiento, de asignación de recursos y de
gestión de riesgos operacionales, influyendo en la vida útil efectiva y el
valor del activo.
En este contexto, la incorporación de un índice de
criticidad en el modelo de depreciación emerge como una innovación crucial. La
criticidad de un activo se define como la medida de su importancia para las
operaciones de una empresa, cuantificando el impacto potencial de su falla. Un
modelo de depreciación estática, basado únicamente en la edad, resulta
insuficiente para activos industriales críticos, donde las consecuencias
operativas de una falla pueden ser catastróficas. Un modelo que incorpora
directamente la criticidad ofrece, por tanto, un reflejo más dinámico y
realista del valor del activo, especialmente para aquellos con un alto impacto
en la producción.
En este contexto, el Modelo de Valoración Multicriterio por
Índice de Criticidad emerge como una metodología avanzada que busca cuantificar
estas variables intrínsecas y operativas, transformándolas en un factor numérico
que modula la depreciación del activo. Una de las innovaciones más notables en
la valoración de bienes y de derechos es
la implementación de herramientas del análisis multicriterio en sus enfoques y
en la aplicación del “Enfoque del Costo” para M&E, el Índice
de Criticidad "C", constituye uno de los más
novedosos e importantes en las últimas dos décadas. Este índice permite
cuantificar una serie de factores cualitativos cuya medición siempre fue
acusada de excesiva subjetividad y singularidad, lo que obstaculizaba la
incorporación de este tipo de variables en la valoración de los activos o de
los derechos dado que su naturaleza no era cuantitativa (como la Edad o la Vida
Útil), lo que impedía una medición trazable, sustentable y objetiva del impacto
de esos factores en la depreciación de un activo.
1.1.5.
El Mantenimiento y su impacto en la Depreciación
de las M&E
Las prácticas de mantenimiento juegan un papel crítico en la
tasa de depreciación de un activo. Un mantenimiento preventivo y predictivo
adecuado puede prolongar significativamente la vida útil de los equipos y
evitar una depreciación acelerada. La calidad y periodicidad del mantenimiento,
así como el régimen de trabajo al que se somete el equipo, son factores que
impactan directamente en su estado de conservación y, por ende, en su valor. La
inversión en mantenimiento no es simplemente un costo, sino una estrategia
activa para mitigar la depreciación y preservar el valor del activo. Esto
transforma el mantenimiento de una entrada contable pasiva a una palanca de
gestión activa, lo que subraya la importancia de modelos que integren aspectos
operacionales en la valoración del activo.
1.1.6.
Proceso de Calificación Multicriterio
El coeficiente "C", que representa el Índice de
Criticidad, se obtiene mediante la suma de las puntuaciones asignadas a un
conjunto de variables clave. Estas variables son evaluadas durante la
inspección o el análisis técnico del activo. Este método transforma una
evaluación cualitativa en un índice numérico que se introduce en la fórmula de
depreciación, proporcionando una base cuantitativa para factores
tradicionalmente considerados subjetivos.
1.1.6.1.
Medición del Índice de Criticidad "C"
Un conjunto de factores críticos que influyen en el valor y
la depreciación vinculados a la “Criticidad” de la M&E, incluyendo el
desglose en un ejemplo de las posibles variables a evaluar cualitativamente y
las posibles calificaciones para ponderar sus impactos en este proceso de
análisis multicriterio se presenta a continuación tabulado. El Coeficiente
"C", será el resultado de una calificación (multicriterio) de
esos factores cualitativos relacionados
con la Criticidad de cada M&E. Como guía ilustrativa se muestra seguidamente
la manera de asignar una calificación dentro de la escala predefinida a cada
atributo evaluado para obtener el Índice de Criticidad, y así calcular la
depreciación (Dt).
Variable de Criticidad |
Identificación de las Variables
Clave |
Puntuación (Ejemplo: 0 a 3 puntos) |
Complejidad Tecnológica |
Refleja la
sofisticación y el ritmo de obsolescencia del equipo. |
0:
Alta 1:
Compleja 2:
Nula |
Importancia en el Proceso |
Evalúa la
criticidad del activo dentro del contexto productivo. |
0:
Alta 1: Importante 2: Poca 3: Nula |
Procedencia del Equipo |
Considera si
es nacional o importado, lo que afecta la logística de repuestos y servicio. |
0: Importado 1: Nacional |
Tasa de Fallas Histórica |
Un indicador
de la fiabilidad y el historial de mantenimiento del equipo. |
0: Escasa 1: Moderada 2: Frecuente |
Intensidad de Trabajo |
La carga de
operación a la que el equipo ha sido sometido. |
0: Escaso 1: Moderado 2: Frecuente |
Inversión Inicial |
La magnitud
de la inversión, que puede correlacionarse con la calidad o la criticidad. |
0: Bajo 1: Moderado 2: Alto |
Tabla 14‑A Escala de Inspección de M&E
enfocada en características intrínsecas y operativas del equipo
1.1.1.
Formulas Claves:
|
VAA:
Valor del Activo a la fecha del avalúo. V0:
Valor de reposición a nuevo n: Vida transcurrida en operación o en
servicio (edad) VU:
Vida Útil total del activo C: Índice de Criticidad Dt: Depreciación Acumulada |
1.1.2.
Ejemplo de Cálculo del Coeficiente "C"
usando la escala Predefinida
Para ilustrar el proceso, consideremos una M&E que se encuentra en el 5° año de operación, cuyo valor de reposición a nuevo V0 es de $ 200,000 y en la “inspección Técnica” el tasador encontró las siguientes particularidades: Complejidad Tecnológica: "Compleja"; Importancia: "Importante"; Procedencia: "Nacional"; Tasa de Fallas: "Moderada"; Tiempo de Operación: "Moderado"; Inversión inicial: "Moderada". Aplicando la escala predefinida en la Tabla 14‑A:
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