domingo, 6 de julio de 2025

Metodología Propuesta: El Factor de Ajuste "LUFER" por Liquidación, Permuta o Remate

Metodología Propuesta: El Factor de Ajuste "LUFER"

Se propone un modelo para corregir el Valor Comercial (VC) y obtener el Valor de Liquidación (VL), aplicando un factor de reducción que considera tanto el costo financiero del tiempo como las condiciones de mercado del activo.

Formulas Clave:



Análisis de los Componentes del Factor

La fórmula se descompone en dos elementos lógicos que reflejan las presiones sobre el valor en una liquidación.

    Componente Financiero (Primer componente): El Costo del dinero en el Tiempo

1° Componente = 1/[(1+i)^n]

Este primer término es una derivación directa de la fórmula de Valor Presente de la ingeniería económica. Su función es descontar el Valor Comercial, que se realizaría en un futuro (n meses), a su equivalente en dinero de hoy, utilizando una tasa de interés (i) que representa el costo de oportunidad del capital. En esencia, responde a la pregunta: ¿cuánto vale hoy un capital que solo podré recibir en n meses, considerando que podría estar invertido a una tasa i?

    Componente de Mercado: (Segundo componente): Un Enfoque Dinámico de Doble Nivel

2° Componente = (1-CM)

El segundo componente expresado como , aplica un Castigo por Mercado (CM) que cuantifica la presión que las condiciones locales de oferta y demanda ejercen sobre el precio en una venta acelerada. Para minimizar la arbitrariedad y anclar la valoración a la realidad económica, se propone un sistema de doble nivel que separa el análisis extrínseco (macro) del intrínseco (micro)
Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.

Paso a Paso para la Ponderación de Criterios (Variables) por ENTROPÍA - Herramientas Multicriterio

Ponderación de Variables por Método de la ENTROPÍA

El método de la Entropía, basado en la Teoría de la Información de Shannon, pondera los criterios de forma objetiva midiendo la incertidumbre o diversidad presente en los datos. La lógica es la siguiente:

·       Un criterio (variable) cuyos valores para las distintas alternativas son muy similares (baja diversidad) aporta poca información y, por tanto, tiene una entropía alta y un peso bajo.

·       Un criterio(variable) con valores muy dispares (alta diversidad) aporta mucha información para discriminar entre alternativas, tiene una entropía baja y, en consecuencia, un peso alto.

El proceso se desarrolla  como se muestra en el siguiente flujograma:

Donde:

·      Ej:    Es el valor de la entropía del criterio j. Un valor cercano a 1 indica baja diversidad                     (poca información), mientras que un valor cercano a 0 indica alta diversidad (mucha                     información).
·      K:    Es una constante de normalización que asegura que el valor de la entropía se encuentre                 entre 0 y 1. 
·      pij:    Es el valor normalizado de la alternativa i para el criterio j. Representa la proporción                 del valor de esa alternativa con respecto al total del criterio.
·      Dj:    Es la diversidad del criterio j. Es la medida directa de la cantidad de información útil                 que provee el criterio.
·      m:     Es el número total de alternativas evaluadas.
·      ln:     Representa la función del logaritmo natural.
·      Wj:    Es el peso o ponderación final normalizada del criterio j.
·      n:      Es el número total de criterios considerados. 

Paso a Paso para la Ponderación de Criterios (Variables) por CRITIC - Herramientas Multicriterio

Ponderación por Método CRITIC 

(Criteria Importance Through Intercriteria Correlation)

El método CRITIC, propuesto por Diakoulaki, Mavrotas y Papayannakis en 1995, es una técnica de ponderación objetiva que determina la importancia de un criterio (variable) basándose en dos conceptos clave: el contraste y el conflicto.

1º.    Contraste: Se mide a través de la desviación estándar. Un criterio con una mayor desviación estándar entre las diferentes alternativas es más informativo y, por lo tanto, recibe más peso, ya que discrimina mejor entre las opciones.

2º.    Conflicto: Se mide a través de la correlación con otros criterios. Un criterio que está altamente correlacionado con otros aporta información redundante. Por lo tanto, el método penaliza esta redundancia, asignando más peso a los criterios que son más independientes.

Donde:

·      Cj:     Representa la cantidad de información contenida en el criterio j. Un valor más alto de Cj indica que el criterio es más importante porque tiene mayor contraste (varianza) y menor conflicto (correlación) con los demás.

·      Ck: Es la suma de la cantidad de información de todos los criterios (desde k=1 hasta n). Se utiliza para normalizar los pesos.

·      sj:      Es la desviación estándar de los valores normalizados del criterio j.

·      rjk:     Es el coeficiente de correlación de Pearson entre los criterios j y k.

·      n:      Es el número total de criterios considerados

·      Wj:    Es el peso o ponderación final normalizada del criterio j.


Evolución al Factor de Ajuste por Liquidación y Remate: Factor LUFER - Propuesto por Luis Fernando Restrepo



 




miércoles, 18 de junio de 2025

Depreciación por Índice de Criticidad - Fuente IBAPE COBREAP 2009


1. Definición de Índice de Criticidad

El Índice de Criticidad es una medida que clasifica los activos (ya sean equipos, maquinarias, sistemas o componentes) de una organización en función de su importancia en las operaciones y el impacto potencial que tendría un fallo en ellos. Su principal utilidad radica en la priorización de las tareas de mantenimiento, permitiendo concentrar los esfuerzos y recursos en aquellos activos que, de fallar, podrían generar los mayores riesgos o impactos negativos en la productividad, la seguridad o el medio ambiente. Esta clasificación se basa en la evaluación de factores como la frecuencia de fallas, la dificultad para detectar una falla y la magnitud del impacto de la falla en las operaciones. 

1.1.         Evaluación de Criticidad y su Aplicación en la Depreciación

Para cuantificar la criticidad de un activo, se emplean diversas metodologías, a menudo basadas en sistemas de puntuación o matrices de riesgo.  

Un enfoque común es la matriz de riesgo, que multiplica la probabilidad de falla de un activo por el impacto potencial de dicha falla. Una de las metodologías más extendidas para este fin es el Número de Prioridad de Riesgo (RPN, por sus siglas en inglés), derivado del Análisis de Modos y Efectos de Falla (FMEA) o del Análisis de Modos, Efectos y Criticidad de Falla (FMECA).

La fórmula del RPN es:  RPN = S x O x D

Dónde:

S (Severidad): Representa la gravedad del impacto de la falla. Se evalúa en una escala numérica (ej., del 1 al 10), donde un valor más alto indica un impacto más severo en la producción, seguridad, medio ambiente, etc.  

O (Ocurrencia): Indica la probabilidad de ocurrencia de la falla. También se puntúa en una escala numérica, reflejando la frecuencia esperada de la falla basada en datos históricos o normas de la industria.  

D (Detección): Mide la facilidad de detección de la falla antes de que ocurra o cause un impacto significativo. Un valor más alto indica que la falla es más difícil de detectar.  

Un RPN más alto indica un activo de mayor criticidad, lo que sugiere la necesidad de priorizar los esfuerzos de mantenimiento y monitoreo.  

La determinación de la criticidad de un activo implica la evaluación de un conjunto de factores cualitativos y cuantitativos. Estas variables pueden variar según la industria y los objetivos de la organización, pero generalmente incluyen:

Impacto en la Producción: ¿Cuánto afectaría una falla a la capacidad de producción o al cumplimiento de los plazos?  

Impacto en la Seguridad: ¿Podría la falla del activo poner en riesgo la seguridad del personal o las instalaciones?  

Impacto Ambiental: ¿Generaría la falla consecuencias negativas para el medio ambiente (ej., derrames, emisiones)?  

Costo de Mantenimiento y Reparación: ¿Cuál es el costo asociado a las reparaciones y al tiempo de inactividad?  

Frecuencia de Fallas: El historial de fallas del equipo.  

Tiempo de Inactividad: El tiempo promedio que el activo permanece fuera de servicio debido a fallas.  

Disponibilidad de Repuestos: La facilidad y el tiempo para obtener piezas de repuesto.  

Obsolescencia: El grado en que la tecnología del activo está desactualizada.  

La evaluación de estas variables permite una comprensión clara de qué activos son vitales y cuáles tienen un impacto menor. La criticidad de un activo tiene implicaciones que van más allá del mantenimiento, a incluir la gestión de riesgos y la consecución de los objetivos generales del negocio. Al integrar la criticidad en la valoración de activos, se logra una visión más completa de su valor económico, ya que el potencial de interrupción de un activo impacta directamente su perfil de depreciación.  

Modelos que integran el mantenimiento, la condición y los factores operacionales en la depreciación son temas recurrentes en congresos internacionales de Mantenimiento y Gestión de Activos, como el Congreso Internacional de Mantenimiento y Gestión de Activos (CIMGA), organizado por ACIEM, y los Congresos de Mantenimiento y Confiabilidad de Latinoamérica (CMC Latam).Estos eventos sirven como plataformas para la presentación y discusión de metodologías avanzadas en la gestión de activos, incluyendo la valoración y la depreciación basada en criterios más allá de los tradicionales.

La identificación de la criticidad actúa como un impulsor para una gestión proactiva de los activos. Al determinar qué activos son fundamentales para las operaciones, las empresas pueden enfocar sus recursos de mantenimiento de manera más efectiva, lo que se traduce en una mayor confiabilidad y disponibilidad del equipo. Si la criticidad influye directamente en las estrategias de mantenimiento, y el mantenimiento, a su vez, afecta la condición y la vida útil de un activo, entonces la criticidad incide de manera significativa en su depreciación.

La gestión de activos en el entorno industrial contemporáneo trasciende la mera administración contable para convertirse en un pilar estratégico fundamental. Tradicionalmente, la depreciación de activos ha sido concebida como un mecanismo contable para distribuir el costo de un bien tangible a lo largo de su vida útil, reflejando su desgaste, uso y obsolescencia a efectos financieros y fiscales. Modelos como la línea recta, la suma de los dígitos de los años o las unidades de producción han dominado este campo, ofreciendo simplicidad y previsibilidad en la asignación de gastos. Sin embargo, la complejidad operativa de la maquinaria industrial moderna y la dinámica de los entornos productivos revelan las limitaciones de estos enfoques puramente temporales o basados ​​en el volumen de producción.  

Existe una tendencia subyacente en la valoración de activos que se aleja de una perspectiva exclusivamente financiera para abrazar una evaluación operativa más integral. Aunque los modelos contables de depreciación son esenciales para la planificación fiscal y la elaboración de informes financieros, no siempre capturan la realidad del valor de un activo en función de su estado de conservación, el mantenimiento recibido, el régimen de trabajo o la obsolescencia tecnológica. Esta evolución sugiere que un modelo de depreciación que integra la criticidad del activo no es solo una propuesta académica, sino una necesidad práctica para las organizaciones que buscan tomar decisiones informadas sobre el mantenimiento, la sustitución y la asignación de recursos, alineando así la información financiera con la realidad operativa.  

El análisis de criticidad de activos (ACA) permite priorizar los esfuerzos de mantenimiento, de asignación de recursos y de gestión de riesgos operacionales, influyendo en la vida útil efectiva y el valor del activo.

En este contexto, la incorporación de un índice de criticidad en el modelo de depreciación emerge como una innovación crucial. La criticidad de un activo se define como la medida de su importancia para las operaciones de una empresa, cuantificando el impacto potencial de su falla. Un modelo de depreciación estática, basado únicamente en la edad, resulta insuficiente para activos industriales críticos, donde las consecuencias operativas de una falla pueden ser catastróficas. Un modelo que incorpora directamente la criticidad ofrece, por tanto, un reflejo más dinámico y realista del valor del activo, especialmente para aquellos con un alto impacto en la producción.  

En este contexto, el Modelo de Valoración Multicriterio por Índice de Criticidad emerge como una metodología avanzada que busca cuantificar estas variables intrínsecas y operativas, transformándolas en un factor numérico que modula la depreciación del activo. Una de las innovaciones más notables en la valoración de bienes y de derechos  es la implementación de herramientas del análisis multicriterio en sus enfoques y en la aplicación del “Enfoque del Costo” para M&E,  el Índice de Criticidad "C", constituye uno de los más novedosos e importantes en las últimas dos décadas. Este índice permite cuantificar una serie de factores cualitativos cuya medición siempre fue acusada de excesiva subjetividad y singularidad, lo que obstaculizaba la incorporación de este tipo de variables en la valoración de los activos o de los derechos dado que su naturaleza no era cuantitativa (como la Edad o la Vida Útil), lo que impedía una medición trazable, sustentable y objetiva del impacto de esos factores en la depreciación de un activo.

Las prácticas de mantenimiento juegan un papel crítico en la tasa de depreciación de un activo. Un mantenimiento preventivo y predictivo adecuado puede prolongar significativamente la vida útil de los equipos y evitar una depreciación acelerada. La calidad y periodicidad del mantenimiento, así como el régimen de trabajo al que se somete el equipo, son factores que impactan directamente en su estado de conservación y, por ende, en su valor. La inversión en mantenimiento no es simplemente un costo, sino una estrategia activa para mitigar la depreciación y preservar el valor del activo. Esto transforma el mantenimiento de una entrada contable pasiva a una palanca de gestión activa, lo que subraya la importancia de modelos que integren aspectos operacionales en la valoración del activo.

1.1.6.           Proceso de Calificación Multicriterio

El coeficiente "C", que representa el Índice de Criticidad, se obtiene mediante la suma de las puntuaciones asignadas a un conjunto de variables clave. Estas variables son evaluadas durante la inspección o el análisis técnico del activo. Este método transforma una evaluación cualitativa en un índice numérico que se introduce en la fórmula de depreciación, proporcionando una base cuantitativa para factores tradicionalmente considerados subjetivos.

1.1.6.1.       Medición del Índice de Criticidad "C"

Un conjunto de factores críticos que influyen en el valor y la depreciación vinculados a la “Criticidad” de la M&E, incluyendo el desglose en un ejemplo de las posibles variables a evaluar cualitativamente y las posibles calificaciones para ponderar sus impactos en este proceso de análisis multicriterio se presenta a continuación tabulado. El Coeficiente "C", será el resultado de una calificación (multicriterio) de esos  factores cualitativos relacionados con la Criticidad de cada M&E. Como guía ilustrativa se muestra seguidamente la manera de asignar una calificación dentro de la escala predefinida a cada atributo evaluado para obtener el Índice de Criticidad, y así calcular la depreciación (Dt).

Variable de Criticidad

Identificación de las Variables Clave

Puntuación

(Ejemplo: 0 a 3 puntos)

Complejidad Tecnológica

Refleja la sofisticación y el ritmo de obsolescencia del equipo.

0:      Alta

1:      Compleja

2:      Nula

Importancia en el Proceso

Evalúa la criticidad del activo dentro del contexto productivo.

0:      Alta

1:      Importante

2:      Poca

3:      Nula

Procedencia del Equipo

Considera si es nacional o importado, lo que afecta la logística de repuestos y servicio.

0:      Importado

1:      Nacional

Tasa de Fallas Histórica

Un indicador de la fiabilidad y el historial de mantenimiento del equipo.

0:      Escasa

1:      Moderada

2:      Frecuente

Intensidad de Trabajo

La carga de operación a la que el equipo ha sido sometido.

0:      Escaso

1:      Moderado

2:      Frecuente

Inversión Inicial

La magnitud de la inversión, que puede correlacionarse con la calidad o la criticidad.

0:      Bajo

1:      Moderado

2:      Alto

Tabla 1A Escala de Inspección de M&E enfocada en características intrínsecas y operativas del equipo

1.1.7.  Formulas Claves:



VAA:   Valor del Activo a la fecha del avalúo.

V0:     Valor de reposición a nuevo

n:       Vida transcurrida en operación o en servicio (edad)

VU:     Vida Útil total del activo

C:      Índice de Criticidad

Dt:      Depreciación Acumulada

1.2    Ejemplo de Cálculo del Coeficiente "C" usando la escala Predefinida 

Para ilustrar el proceso, consideremos una M&E que se encuentra en el 5° año de operación, cuyo valor de reposición a nuevo V0 es de $ 200,000 y en la “inspección Técnica” el tasador encontró las siguientes particularidades: Complejidad Tecnológica: "Compleja"; Importancia: "Importante"; Procedencia: "Nacional"; Tasa de Fallas: "Moderada"; Tiempo de Operación: "Moderado"; Inversión inicial:  "Moderada". Aplicando la escala predefinida en la Tabla 14A:




La sumatoria (Σ) de las calificaciones asignadas por el tasador para cada variable de la M&E sería: 1+1+1+1+1+1= 6. Luego el  Índice de Criticidad "C" será 6. Luego aplicando la ecuación para este Modelo: 



 





Publicación del Autor

Demo de mi Libro sobre la Valoración de Afectaciones a los Derechos de PROPIEDAD, a causa de la Constitución de Servidumbres

DEMO Del Libro de Servidumb... by Luis Fernando on Scribd